La estenosis valvular aórtica (EAo) severa, definida por un área valvular aórtica menor de 1 cm² o de 0,6 cm²/m² de superficie corporal, es una de las principales valvulopatías a nivel global, con una prevalencia estimada del 2-9% en pacientes mayores de 75 años 1,2 . Esta prevalencia está en aumento debido al envejecimiento progresivo de la población. En este contexto, y considerando el impacto clínico deletéreo en términos de morbimortalidad asociado a esta valvulopatía, en los últimos años se han desarrollado herramientas y tecnologías avanzadas que permiten no solo realizar un diagnóstico más preciso y temprano, sino también adaptar las estrategias terapéuticas de manera individualizada para cada caso clínico.

Dado que el tratamiento médico farmacológico no modifica la evolución natural de la EAo, se requiere un abordaje terapéutico quirúrgico/intervencionista. Tradicionalmente, la cirugía de reemplazo valvular aórtico (RVAo) ha sido la estrategia de elección. Sin embargo, en las últimas décadas, el implante valvular aórtico percutáneo (TAVI) se ha consolidado como una alternativa terapéutica preferente para diversos grupos etarios y subgrupos de riesgo quirúrgico.

El beneficio clínico derivado del TAVI ha suscitado un considerable interés entre las distintas sociedades científicas. Este interés ha dado lugar, en los últimos años, a la generación de una abundante base de evidencia científica que respalda la adopción del TAVI en diversos contextos clínicos. En este escenario, es imperativo contar con un compendio actualizado de la evidencia disponible hasta la fecha, con el objetivo de mejorar la precisión en la toma de decisiones clínicas y optimizar la atención a los pacientes.

En 2016, el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) publicó el primer “Consenso del Implante Valvular Aórtico Percutáneo”, el cual fue actualizado en 2019 3. Desde esta última actualización y considerando el notable beneficio clínico de esta terapéutica, se ha generado evidencia científica actualizada sobre las implicancias clínicas del TAVI en escenarios previamente no explorados. Además, han surgido nuevas tecnologías de prótesis valvulares y se ha recopilado valiosa información sobre novedosas técnicas de implante, con el objetivo de reducir los eventos clínicos adversos asociados al procedimiento.

Considerando su creciente evolución, el objetivo de esta actualización es proporcionar las principales novedades basadas en la evidencia científica disponible en relación con el TAVI.