La enfermedad coronaria aterosclerótica (ECA) es una de las principales causas de morbimortalidad a nivel global, presentando un impacto clínico deletéreo en la población adulta. En este sentido, la identificación de subgrupos de pacientes de mayor riesgo es de vital importancia a fin de implementar medidas diagnósticas y terapéuticas precoces. Diversos estudios han demostrado que, dentro de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) convencionales, las concentraciones de lipoproteínas aterogénicas juegan un rol crucial y se asocian a un efecto clínico adverso en el seguimiento longitudinal.

La presencia de concentraciones elevadas de lipoproteínas aterogénicas a edades tempranas se asocia a una mayor ocurrencia de ECA en el seguimiento, secundaria a una exposición longitudinal sostenida que retroalimenta el proceso aterogénico. Independientemente del reconocimiento de su efecto deletéreo, sería relevante analizar la asociación de altas concentraciones de ciertas partículas en edades tempranas, como la apolipoproteína B (apoB), la lipoproteína de baja densidad (LDL) y las lipopartículas ricas en triglicéridos (TRL), con la ocurrencia de eventos vinculados a ECA en el seguimiento a largo plazo.

El objetivo del presente estudio realizado por Alexander R. Zheutlin y colaboradores de la Northwestern University Feinberg School of Medicine (EE. UU.) fue analizar y cuantificar la asociación de concentraciones elevadas de apoB, LDL y TRL en edades tempranas con la ocurrencia de ECA en el seguimiento.

Se realizó con este propósito un análisis observacional de cohorte basado en población, incluyendo pacientes mayores de 18 años y menores de 40 pertenecientes a la cohorte Coronary Artery Risk Development in Young Adults (CARDIA). Así, se identificó y caracterizó la exposición temprana acumulada a concentraciones elevadas de apoB, LDL y TRL durante un período de exposición longitudinal total de 22 años. Se determinó la exposición “usual” mediante la relación de la concentración de cada partícula a lo largo de dicho período, y se analizó mediante un modelo de regresión de Cox la ocurrencia de ECA luego de los 40 años en relación con las concentraciones de las subpartículas aterogénicas.

Del total de pacientes incluidos en la cohorte CARDIA (n=4.366), y con una mediana de tiempo de seguimiento de 19,3 años, se observaron un total de 241 eventos vinculados a ECA luego de los 40 años. De esta forma, se observó que el incremento de un desvío estándar (DE) en la exposición acumulada de apoB (HR 1,53 [IC95% 1,36–1,72]), LDL (HR 1,54 [IC95% 1,36–1,75]) y TRL (HR 1,48 [IC95% 1,30–1,68]) se asoció a un incremento de eventos vinculados a ECA en la segunda mitad de la vida.

Estos resultados se mantuvieron constantes luego del ajuste por potenciales confundidores, manteniéndose un HR ajustado de 1,30 para la exposición elevada de las subpartículas aterogénicas de interés. Vale resaltar que la probabilidad de ECA en el largo plazo se vio incrementada en forma significativa con una exposición acumulada de apoB de 75 mg/dL/año durante el período de 18 a 40 años.

 

Conclusiones
De acuerdo con los resultados de este estudio basado en población, la exposición incrementada y sostenida a lipopartículas aterogénicas en edades tempranas se asocia a una mayor ocurrencia de enfermedad coronaria aterosclerótica en el seguimiento, representando una concentración de apoB <75 mg/dL un objetivo beneficioso para pacientes jóvenes.

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

 

Título original: Cumulative exposure to atherogenic lipoprotein particles in young adults and subsequent incident atherosclerotic cardiovascular disease.

Cita: Zheutlin AR, et al. European Heart Journal, ehaf472.

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