La enfermedad renal crónica (ERC) afecta hasta a un tercio de la población con síndrome coronario agudo (SCA); es un factor de riesgo bien conocido para eventos cardiovasculares y se asocia con una mayor tasa de complicaciones y mortalidad intrahospitalaria. La presencia de ERC aumenta el riesgo tanto de eventos isquémicos como hemorrágicos en el SCA y la estrategia antiplaquetaria óptima después de una intervención coronaria percutánea (ICP) en este grupo de pacientes, sigue siendo incierta. A su vez, la subrepresentación de pacientes con ERC en los ensayos clínicos sobre estrategias de doble antiagregación plaquetaria (DAPT) aumenta esta incertidumbre. El presente estudio, liderado por Sang Hyun Kim y colaboradores, evalúa si una estrategia de desescalada de ticagrelor a clopidogrel durante 11 meses se asocia con una reducción del sangrado sin un aumento de los eventos isquémicos en pacientes estabilizados con ERC después de un infarto agudo de miocardio (IAM).
Se trata de un análisis secundario post-hoc del ensayo clínico aleatorizado, multicéntrico y abierto Ticagrelor vs Clopidogrel en Pacientes Estabilizados con Infarto Agudo de Miocardio (TALOS-AMI), llevado a cabo en 32 centros cardíacos importantes de Corea del Sur. El análisis actual se centró específicamente en el subgrupo de pacientes con ERC, definida por una tasa de filtración glomerular estimada (TFGe) inferior a 60mL/min/1.73m2.
El criterio de valoración principal fue un compuesto de muerte por enfermedad cardiovascular, IAM, ACV y hemorragia (definida como tipos 2, 3 o 5 de la escala Bleeding Academic Research Consortium [BARC]).
De los 2646 pacientes incluidos, 305 (11.5%) tenían enfermedad ERC, con una edad media de 67.2 (DE 11.4) años y 26.9% mujeres. El 94.4% (288) fueron clasificados con ERC en estadio 3 (TFGe entre 30 y 60 mL/min/1.73m2). Si bien la ERC subyacente no se asoció significativamente con un mayor riesgo de eventos hemorrágicos BARC 2, 3 o 5 (ERC 5.2% vs. 3.9% sin ERC; P = 0.26), sí se asoció significativamente con un mayor riesgo de MACCE (ERC 4.9% vs. 20% sin ERC; P = 0.002) y del criterio de valoración principal (ERC 9.5% vs. 5.5% sin ERC; P = 0.007).
En el grupo de ERC, la estrategia de desescalada frente al control activo se asoció con una reducción significativa en el riesgo del criterio de valoración principal (10 pacientes [6.2%] vs 19 [13.1%]; HR, 0.45; IC 95%, 0.21-0.98; P=.04) y de los eventos hemorrágicos BARC 2, 3 o 5 (4 pacientes [2.5%] vs 12 [8.3%]; HR, 0.29; IC 95%, 0.09-0.89; P=.03), sin un aumento en el riesgo de eventos isquémicos tras la desescalada (7 pacientes [4.4%] vs 8 [5.5%]; HR, 0.78; IC 95%, 0.28-2.16; P=.64).
CONCLUSIONES:
En pacientes con infarto y enfermedad renal crónica, la desescalada de ticagrelor a clopidogrel 1 mes después de la ICP, se asoció con un riesgo reducido de complicaciones hemorrágicas sin un aumento en el riesgo de eventos isquémicos.
Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI
TÍTULO ORIGINAL: Deescalation From Ticagrelor to Clopidogrel for Myocardial Infarction With Chronic Kidney Disease. A Secondary Analysis of a Randomized Clinical Trial.
CITA: Kim et al. JAMA Network Open. 2025; 8(5):e2511297.
REFERENCIA: doi:10.1001/jama network open.2025.11297.