La arteria más grande del cuerpo humano se llama aorta. A través de ella se distribuye la sangre hacia todo el organismo.
En ocasiones, por debilitamiento de sus paredes (en pacientes con hipertensión arterial, diabetes, colesterol o triglicéridos elevados en la sangre, el tabaquismo, predisposición genética, etc.), la aorta puede dilatarse y correr riesgo de romperse ocasionando un síndrome aórtico agudo.
Existen distintas clasificaciones para estas patologías y diferentes tratamientos para cada una de ellas.
Si Ud. o un familiar suyo sufre alguna de éstas, los médicos tratantes le informarán, en base al examen del paciente y los distintos estudios complementarios, cuál es el más adecuado.