Diversos estudios y registros pertenecientes a pacientes del “mundo real” han demostrado que la enfermedad coronaria aterosclerótica es una de las principales causas de morbimortalidad a nivel global. En este contexto, existe abundante evidencia que demuestra que lograr una revascularización coronaria completa (RC) —entendiendo como tal la revascularización tanto del vaso culpable como de aquellos no culpables del evento coronario índice— se asocia a una mejor evolución clínica en el seguimiento, en comparación con la revascularización únicamente del vaso culpable (RI).

Independientemente de las mejoras sustanciales en las técnicas y estrategias de revascularización percutánea mediante angioplastia transluminal coronaria (ATC), se requiere un tratamiento farmacológico concomitante que siga las recomendaciones de las Guías de Manejo Clínico (GDMT) a fin de maximizar este beneficio. En este sentido, el logro de un GDMT ha demostrado un beneficio considerable en pacientes con enfermedad coronaria estable durante el seguimiento. Hasta la fecha, no se había explorado el impacto clínico del GDMT en pacientes revascularizados mediante ATC que hubieran alcanzado una RC.

El objetivo del presente estudio, realizado por Yingyang Geng y colaboradores de la Chinese Academy of Medical Sciences and Peking Union Medical College (China), fue analizar las implicancias clínicas de lograr un GDMT en pacientes con enfermedad coronaria aterosclerótica completamente revascularizados mediante ATC.

Con este propósito, se llevó a cabo un análisis de la cohorte del estudio FAVOR III, un estudio multicéntrico aleatorizado e iniciado por investigador, que incluyó pacientes con enfermedad coronaria aterosclerótica revascularizados mediante ATC, asignados aleatoriamente a guía por angiografía convencional o a guía mediante un método fisiológico endovascular (QFR) para la obtención de la RC. A partir de esta cohorte, se identificó al subgrupo que logró una RC y se analizó la presencia o ausencia de tratamiento médico óptimo según GDMT, definido como la administración de antiagregación plaquetaria simple (SAPT) o doble (DAPT), betabloqueantes y estatinas, con o sin inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA-II). La cohorte se estratificó según adherencia a GDMT (los cuatro fármacos) o ausencia de la misma (0-3 fármacos), y se evaluó como objetivo primario el compuesto de muerte, infarto agudo de miocardio (IAM), accidente cerebrovascular (ACV) o revascularización secundaria a isquemia (MACCE) entre ambos subgrupos.

Se incluyeron en el análisis un total de 3.221 pacientes, que representaron el 85,2% del total de la cohorte del estudio FAVOR III que lograron una RC. Dentro de este subgrupo, se observó que el 61,2%, 59,9%, 48,4%, 46,6% y 35,3% mantuvieron una correcta adherencia al tratamiento farmacológico mediante GDMT a 1 mes, 6 meses, 1 año, 2 años y 3 años desde el evento terapéutico índice, respectivamente. A su vez, la ocurrencia total de MACCE a 3 años desde la revascularización fue del 10,2%.

En cuanto al objetivo primario, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en términos de MACCE entre ambos subgrupos (adherentes vs. no adherentes a GDMT) durante el primer año de seguimiento. Por el contrario, la incidencia de MACCE fue significativamente menor en el subgrupo adherente a partir del segundo año de seguimiento (HR ajustado 0,66 [IC95% 0,51-0,85]; p<0,01), manteniéndose este beneficio hasta el tercer año (HR ajustado 0,65 [IC95% 0,50-0,85]; p<0,01) en comparación con los pacientes no adherentes al tratamiento médico según GDMT.

 

Conclusiones
En pacientes con enfermedad coronaria aterosclerótica completamente revascularizados mediante angioplastia transluminal coronaria, lograr una adherencia completa al tratamiento médico farmacológico de acuerdo con las guías de manejo clínico se asoció a un beneficio clínico significativo durante el seguimiento.

 

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

 

Título original: Prognostic impact of guideline-directed medical therapy after functionally complete revascularisation in patients with obstructive coronary artery diseases.

Cita: Geng Y, et al. Heart 2025;0:1–8.

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