El manejo antitrombótico en pacientes con diabetes mellitus (DM) que han sufrido un infarto de miocardio (IM) continúa representando un desafío para la cardiología intervencionista actual; debido a que este grupo de pacientes presenta un estado protrombótico intrínseco y una respuesta biológica a menudo subóptima a fármacos convencionales como el clopidogrel, lo que conlleva un riesgo significativamente mayor de eventos isquémicos recurrentes tras una intervención coronaria percutánea (ICP). Si bien las guías clínicas han priorizado históricamente el uso prolongado de antiagregantes potentes como el ticagrelor, la evidencia emergente sugiere que una estrategia de desescalada terapéutica podría reducir las complicaciones hemorrágicas sin comprometer la seguridad isquémica. El presente estudio, liderado por Sang Hyun Kim y colaboradores, evalúa la eficacia y seguridad de este enfoque de desescalada no guiada específicamente en la población diabética, buscando determinar si la personalización del tratamiento puede optimizar el beneficio clínico neto en esta población de alto riesgo.

Se trata de un análisis post hoc del ensayo TALOS -AMI (Ticagrelor Versus Clopidogrel in Stabilized Patients With Acute Myocardial Infarction), en el que se incluyeron 819 pacientes con DM que toleraron 1 mes de DAPT con ticagrelor luego de una ICP. Los mismos fueron aleatorizados 1:1 para continuar un esquema DAPT con ticagrelor o cambiar a clopidogrel durante 11 meses.

El criterio de valoración principal fue un compuesto de eventos isquémicos (muerte cardiovascular, IM y accidente cerebrovascular) y hemorrágicos (sangrado tipo 2, 3 o 5 según el Bleeding Academic Research Consortium [BARC]).

La desescalada de ticagrelor a clopidogrel estuvo asociada con una menor incidencia del criterio de valoración principal, impulsado principalmente por un menor número de eventos de sangrado BARC tipo 2, independientemente del estado de Diabetes Mellitus (P interacción= 0.467) y sin un incremento en el riesgo de nuevos eventos isquémicos.

Al analizar específicamente a la población con DM, no hubo diferencias significativas en los criterios de valoración de sangrado BARC tipo 2 (P = 0.066) e isquémicos (P = 0.176). Si se observaron interacciones significativas según el estado diabético en relación con los sangrados graves BARC 3 o 5 (P = 0.042) y la necesidad de nuevas revascularizaciones del vaso afectado (P = 0.014).

 

CONCLUSIONES:

En pacientes diabéticos con infarto sometidos a ICP, la desescalada a clopidogrel tras un mes de DAPT con ticagrelor se asocia con una menor incidencia de sangrados sin incrementar el riesgo de nuevos eventos trombóticos.

 

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

 

TÍTULO ORIGINAL: De-Escalation Dual Antiplatelet Strategy in Stabilized Myocardial Infarction Patients With Diabetes Mellitus.

CITA: Hyun Kim et al. JACC: Cardiovascular Interventions 2025.

REFERENCIA: https://www.jacc.org/doi/10.1016/j.jcin.2025.09.026