A medida que la población envejece, las intervenciones coronarias percutáneas (ICP) sobre lesiones calcificadas va en aumento. Este tipo de procedimientos se asocia con mayores complicaciones durante la intervención y peor pronóstico. Por tal motivo, las lesiones calcificadas continúan siendo un gran desafío para los cardiólogos intervencionistas incluso en la era de los stents liberadores de droga de nueva generación (DES). Dentro de este tipo de lesiones, los nódulos calcificados (NC) tienen un peor pronóstico y se asocian a mayores tasas de eventos adversos cardíacos mayores (MACE). Sin embargo, solo datos limitados informan sobre el mal pronóstico de este tipo de lesiones. El objetivo de este estudio fue aclarar los factores pronósticos asociados con la falla del stent mediante imágenes de tomografía por coherencia óptica (OCT) en los pacientes a los que se les implanta un DES por lesiones NC.

Se trata de un estudio multicéntrico, retrospectivo, observacional en el que se incluyeron 108 pacientes sometidos a ICP de lesiones NC guiadas por OCT en 4 centros de Japón desde agosto de 2013 hasta octubre de 2020. Se obtuvieron imágenes de OCT pre-ICP y en el seguimiento.

Endpoint primario: Necesidad de nueva revascularización de la lesión diana (TLR).

La duración media desde el procedimiento índice hasta la OCT de seguimiento fue de 315 días. El total acumulado de TLR a los 5 años fue del 32,6%. El grupo TLR estaba compuesto de pacientes significativamente más jóvenes, con mayor prevalencia de diabetes mellitus y hemodiálisis. Además tenían stents implantados con diámetros significativamente más grande que los del grupo sin TLR.

En cuanto a las mediciones de OCT post-PCI, el área luminal mínima de referencia (MLA) y el área mínima del stent (MSA) tendió a ser mayor en el grupo TLR que en el grupo no TLR. La frecuencia de tejido fibroso roto y protrusiones fue significativamente mayor en el grupo TLR que en el grupo no TLR.

El análisis multivariable mostró que la edad más joven (HR 0,95, IC 95%: 0,91-0,99; p=0,028), tejido fibroso roto, protuberancias tisulares (HR 2,59, IC 95%: 1,11-6,05; p=0,028), y protuberancias irregulares (HR 3,44, IC 95%: 1,27-9,29; p=0,015) se asociaron de forma independiente con TLR. El MLA y la MSA en relación a la expansión del stent, índice medio de simetría del stent, disección del borde del stent y la aposición incompleta del stent se asociaron con TLR posterior.

El MLA y el área media de la luz fueron significativamente menores, y la pérdida tardía del área luminal fue significativamente mayor en el grupo TLR. La prevalencia de IS-NC fue significativamente mayor en el grupo TLR (57,9% vs 21,9%; p=0,010). Todos los IS-NC se ubicaron dentro de los 5 mm de los NC observados en el procedimiento índice.

Conclusiones:

La incidencia acumulada a 5 años de TLR en pacientes con nódulos calcificados fue 32,6%. Teniendo en cuenta que los IS-NC se observaron en el 57,9% del grupo TLR en el seguimiento con imágenes de OCT, este nuevo crecimiento de NC intrastent podría ser la principal etiología de la falla del stent en estos pacientes.

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Predictors of target lesion revascularisation after drug-eluting stent implantation for calcified nodules: an optical coherence tomography study
DOI: 10.4244/EIJ-D-22-00836