
Las guías actuales de manejo clínico recomiendan el tratamiento con fármacos betabloqueantes (BB) para pacientes con antecedentes de un infarto agudo de miocardio (IAM), independientemente del grado de deterioro de la fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI). En este sentido, vale resaltar que dichas recomendaciones derivan de evidencia antigua, correspondiente a la etapa temprana del surgimiento de estas terapias y previa a la adopción generalizada de estrategias avanzadas de reperfusión percutánea.
Dos estudios clínicos aleatorizados (REBOOT y REDUCE-AMI) han demostrado que la administración de BB no presenta un beneficio clínico adicional en pacientes con antecedentes de IAM sin un deterioro moderado o severo concomitante de la FEVI. Es importante destacar que una proporción considerable de los pacientes incluidos en estas cohortes ya se encontraba bajo tratamiento con BB previo al evento coronario índice, y que, hasta la fecha, el impacto de la discontinuación de los BB en este subgrupo ha sido escasamente explorado en términos de la ocurrencia de eventos clínicos durante el seguimiento.
El objetivo del presente estudio realizado por Xavier Rosselló y colaboradores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC, España) fue analizar el impacto clínico de la discontinuación o continuación de los BB en pacientes con IAM y FEVI >40% al momento del egreso sanatorial.
Con este propósito, se efectuó un análisis post hoc del estudio REBOOT, un estudio multicéntrico pragmático aleatorizado controlado y abierto que incluyó pacientes con IAM con elevación del segmento ST (IAMCEST) y sin elevación del segmento ST (IAMSEST) sometidos a revascularización mediante angioplastia coronaria y con FEVI >40%. La cohorte fue aleatorizada a la continuación o discontinuación del tratamiento con BB al momento del egreso, y se analizó como objetivo primario la ocurrencia del combinado de eventos isquémicos adversos (muerte cardiovascular, reinfarto, fibrilación o arritmia ventricular sostenida, paro cardíaco reanimado y revascularización no planificada), con un seguimiento de 3 meses posteriores al evento índice.
Del total de pacientes incluidos en el análisis (n = 8.438), se disponía de información sobre el uso de BB previo al IAM en 8.401, quienes integraron el presente análisis. Dentro de este subgrupo, el 12,1% (n = 1.019) se encontraba bajo tratamiento crónico con BB previo al evento. Este grupo presentó mayor edad, mayor proporción de mujeres y una carga más elevada de comorbilidades en comparación con aquellos sin uso previo de BB.
En cuanto al objetivo primario, la continuación o discontinuación de los BB al egreso no se asoció con diferencias estadísticamente significativas en el combinado de eventos clínicos adversos en el seguimiento a corto plazo (HR 1,13; IC95% 0,74–1,72). De igual modo, con una mediana de seguimiento de 3,7 años, no se observaron diferencias significativas en eventos isquémicos adversos entre ambos grupos (HR 0,98; IC95% 0,82–1,16), ni interacciones significativas relacionadas con el uso previo de BB.
En el subgrupo bajo tratamiento crónico con BB previo al IAM índice, la discontinuación no se asoció a un incremento estadísticamente significativo de eventos isquémicos adversos durante la duración del estudio (HR 0,93; IC95% 0,64–1,34).
Conclusiones
En pacientes con antecedentes de infarto agudo de miocardio y una fracción de eyección ventricular izquierda >40%, la decisión de continuar o discontinuar el tratamiento con betabloqueantes no se asoció a un incremento de eventos isquémicos adversos en el seguimiento a corto plazo.

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI
Título original: Effect of beta blocker withholding or withdrawal after myocardial infarction without reduced ejection fraction on ischaemic events: a post hoc analysis from the REBOOT trial.
Cita: Rosselló X, et al. EuroIntervention 2025;21:e1434-e1444.

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