El ateroma sobre el tronco principal izquierdo (TCI) tiene el mayor impacto pronóstico dentro de todo el espectro de la enfermedad coronaria, pero el uso de métricas fisiológicas como FFR e iFR en esta localización sigue siendo bajo debido a la incertidumbre sobre cómo evaluar esta bifurcación coronaria tan importante y qué rama distal (o ramas) deben analizarse durante las pruebas fisiológicas. Aunque se asume que ambas ramas hijas (arteria Descendente Anterior Izquierda LAD y arteria Circunfleja Izquierda LCx, por sus siglas en inglés) tienen flujos y resistencias similares, estudios previos sugieren diferencias microvasculares entre territorios. En el presente estudio, dirigido por Ozan M. Demir y colaboradores, se planteó que la función microvascular en la LAD difiere de la LCx, lo que podría reflejarse en valores distintos de FFR e iFR, incluso en ausencia de enfermedad obstructiva. Para probarlo, se analizaron dos cohortes: una con enfermedad aislada de TCI y otra con arterias coronarias no obstruidas, utilizando el índice de reserva de resistencia microvascular (MRR), independiente de la enfermedad epicárdica.

Se trata de un estudio prospectivo en el que se incluyeron pacientes de 2 centros de Londres (St. Thomas’ y King’s College Hospital), los cuales presentaban indicación clínica para angiografía coronaria diagnóstica o estaban programados para intervención coronaria percutánea (ICP)

Los pacientes fueron asignados a una de dos cohortes. La cohorte con enfermedad aislada de TCI incluyó a aquellos con ateroma limitado al TCI, definido por un gradiente de retroceso de FFR ≤0.05 en LAD y LCx, y una contribución de la lesión en TCI de ≥80% al valor total de FFR en cada vaso. La cohorte con TCI no obstruido incluyó pacientes con vasos angiográficamente normales, FFR >0.80 en ambas ramas y reserva de flujo coronario en la LAD ≥2.0, representando así una circulación coronaria normal tanto anatómica como fisiológicamente.

Se incluyeron en total 80 pacientes. La edad media fue de 65±10 años con un 56% de hombres. En la cohorte con enfermedad aislada de TCI, FFR fue menor en la LAD que en la LCx (0.74±0.11 frente a 0.81±0.11; P<0.0001). El iFR también fue menor en la LAD (0.89 [0.76–0.92] frente a 0.94 [0.88–0.97]; P<0.0001).

La reserva de resistencia microvascular (MRR) fue mayor en la LAD que en la LCx, tanto en pacientes con TCI enfermo (3.57±1.40 frente a 2.50±0.81; P<0.0001) como en aquellos con TCI no obstruido (3.40±0.78 frente a 2.47±0.68; P<0.0001). La MRR en el territorio de la LAD fue similar independientemente de si el TCI estaba obstruido o no (P=0.56), y lo mismo ocurrió con la MRR en la LCx (P=0.88).

 

CONCLUSIONES:

El uso de índices fisiológicos en la evaluación de la enfermedad del TCI debe tener en cuenta las diferencias hemodinámicas naturales entre la LAD y la LCx (índices más bajos en LAD que en LCx), lo que sugiere que se deben establecer umbrales específicos para cada rama hija al evaluar la significancia de la enfermedad.

 

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

 

TÍTULO ORIGINAL: Pressure-Derived Indices in the Left Main Coronary Artery: Insights From Comprehensive In Vivo Hemodynamic Studies of Diseased and Unobstructed Vessels.

CITA: Demir et al. Circulation: Cardiovascular Interventions 2025.

REFERENCIA: https://doi.org/10.1161/CIRCINTERVENTIONS.125.015320