En la actualidad, el reemplazo valvular aórtico percutáneo (TAVI) se ha posicionado como una de las principales estrategias de abordaje terapéutico para pacientes con estenosis aórtica severa sintomática. En este contexto, existe abundante evidencia sobre el beneficio del TAVI incluso en población joven y de bajo riesgo quirúrgico, lo que nos exige considerar la expectativa de vida y la durabilidad de la prótesis valvular a implantar en posición aórtica.

Durante la evolución, la prótesis valvular puede sufrir distintos tipos de degeneración bioprotésica, lo que podría conllevar la necesidad de un nuevo procedimiento invasivo, ya sea mediante el explante quirúrgico con ulterior cirugía de reemplazo valvular (SAVR) o mediante un nuevo procedimiento de TAVI (rTAVI), en el cual se implanta una segunda prótesis valvular dentro de la primera (‘Valve-in-Valve’ [ViV]). Hasta la fecha, la necesidad de reintervención, sus factores predictores y la evolución clínica de estos pacientes han sido poco explorados.

El objetivo del presente estudio realizado por Eric Durand y colaboradores de la University Rouen Normandie (Francia) fue analizar la incidencia, los factores predictores y la evolución clínica en el seguimiento a largo plazo de los pacientes sometidos a SAVR o rTAVI luego de un primer TAVI.

Con este propósito, se llevó a cabo un estudio observacional de cohorte retrospectivo, analizando pacientes sometidos a TAVI e incluidos en los registros FRANCE 2 y FRANCE TAVI. Se evaluó como objetivo primario a la incidencia acumulada de reintervención según el tiempo de seguimiento desde el procedimiento valvular índice, clasificándose como intervención temprana (≤1 año) o tardía (>1 año), considerando la mortalidad como un factor de riesgo competitivo para el evento primario. A su vez, mediante análisis de curvas de sobre vida libre de eventos, se evaluó la mortalidad a largo plazo durante el seguimiento.

Se incluyeron en el análisis un total de 72,850 pacientes. La incidencia acumulada de reintervención fue del 1.7% a 8 años de seguimiento. Dentro de este subgrupo, 591 pacientes fueron sometidos a rTAVI, mientras que 111 requirieron explante de la válvula bioprotésica, con una baja incidencia de procedimientos de Bentall. En términos del momento de la reintervención, la mayoría fue temprana (≤1 año, 62.1%).

Dentro del subgrupo de pacientes reintervenidos, se observó que la necesidad de una nueva intervención fue más frecuente en aquellos con un gradiente transvalvular >20 mmHg inmediatamente después del procedimiento índice de TAVI. Asimismo, se identificaron como factores predictores de reintervención la edad, el gradiente transvalvular aórtico medio pre-TAVI, un gradiente aórtico >20 mmHg, la insuficiencia aórtica grado ≥2 y la realización de una angioplastia transluminal coronaria posterior al TAVI. No se observaron diferencias estadísticamente significativas en términos de mortalidad entre los pacientes con reintervención temprana o tardía (76.2% vs. 64.0%; p=0.77).

Conclusiones

En pacientes con estenosis aórtica severa sintomática sometidos a TAVI, el requerimiento de reintervención durante el seguimiento alejado fue bajo (<2%), en su mayoría temprano (≤1 año) y predominantemente mediante un nuevo TAVI en estrategia Valve-in-Valve.

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Predictors of Outcomes of Reintervention After Transcatheter Aortic Valve Replacement: FRANCE 2 and FRANCE TAVI Registries.

Cita: Durand E, et al. JACC. 2025. 85(9):896–907

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