Los eventos isquémicos y hemorrágicos después del implante percutáneo de válvula aórtica (TAVI) no son raros y cuando se presentan pueden ser devastadores, para prevenirlos está recomendada la terapia antiagregante, cuya indicación ha ido cambiando en los últimos años. Las pautas recientes recomiendan de por vida terapia antitrombótica simple (SAPT) después del TAVI. Actualmente se plantea la hipótesis de que en pacientes seleccionados, sin ninguna otra indicación para terapia antiplaquetaria y/o anticoagulante, una estrategia sin antitrombóticos podría ser más beneficiosa que SAPT y antiagregación doble (DAPT) con reducción del riesgo de sangrado sin aumentar el riesgo de eventos isquémicos.
Se incluyeron 3.575 pacientes sometidos a TAVI del registro multicéntrico OCEAN-TAVI entre octubre de 2013 y mayo de 2020 en 15 centros de Japón.
Criterios de exclusión: pacientes con indicación de anticoagulación o fibrilación auricular, TAVI no electiva y procedimiento no exitoso.
Se clasificaron a los pacientes en 3 grupos según el régimen antitrombótico en el momento del alta:
1) Tratamiento no antitrombótico (293 pacientes)
2) SAPT con aspirina o clopidogrel (1.354 pacientes)
3) DAPT con aspirina y clopidogrel (1.928 pacientes)
Punto final primario: incidencia de eventos clínicos adversos netos (NACE), definida como una combinación de muerte cardiovascular, accidente cerebrovascular, infarto de miocardio y sangrado mayor durante un período de seguimiento de 3 años.
Los pacientes sin tratamiento antitrombótico eran más jóvenes, tenían menos comorbilidades, recuentos de plaquetas más bajos y eran menos propensos a someterse a ICP. De los 293 pacientes que no recibieron tratamiento antitrombótico, un 85% fueron seleccionados a este grupo por presentar alto riesgo de sangrado.
El riesgo de NACE durante los 3 años de seguimiento no fue significativamente diferente entre los 3 regímenes. La tasa de todos los sangrados fue menor en el grupo sin terapia antitrombótica que en SAPT y DAPT, aunque la diferencia entre los que no recibieron terapia antitrombótica y SAPT no fue estadísticamente significativa. Hubo una fuerte tendencia a menor mortalidad por todas las causas en el grupo DAPT. En cuanto a incidencia de eventos isquémicos y rendimiento valvular no hubo diferencias estadísticamente significativas entre los grupos. Entre los 293 pacientes que no tenían ningún tratamiento antitrombótico la incidencia de trombosis de las valvas fue de un 8.5%.
Conclusión:
Comparado con SAPT o DAPT, la estrategia no antitrombótica en pacientes sometidos a TAVI no se asoció con un mayor riesgo de NACE, con un beneficio potencial de reducción de eventos hemorrágicos, pudiendo ser una alternativa aceptable en pacientes seleccionados con alto riesgo de sangrado.
Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI
Título original: No Antithrombotic Therapy After Transcatheter Aortic Valve Replacement Insight From the OCEAN-TAVI Registry
JACC: Cardiovascular Interventions – https://doi.org/10.1016/j.jcin.2022.10.010