En la actualidad, el reemplazo valvular aórtico percutáneo (TAVI) se ha convertido en una de las principales estrategias de abordaje terapéutico para pacientes con estenosis aórtica severa sintomática, abarcando un amplio rango etario y distintos subgrupos de riesgo quirúrgico. En este contexto, es importante destacar que una proporción no despreciable de pacientes sometidos a un TAVI requiere rehospitalización dentro del año posterior al procedimiento, siendo la reagudización de insuficiencia cardíaca (IC) la principal causa.
Se ha explorado ampliamente la mejor estrategia de abordaje terapéutico para estos pacientes, no sólo en términos de aspectos técnicos relacionados con el procedimiento de implante, sino también con respecto al tratamiento médico farmacológico concomitante. Sin embargo, a pesar de que los esquemas antitrombóticos han sido objeto de numerosos estudios, hasta la fecha existe escasa evidencia sobre el papel de los fármacos en la prevención de episodios de IC en este contexto clínico, particularmente en relación con los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa 2 (iSGLT-2).
El objetivo del presente estudio realizado por Sergio Raposeiras-Roubin y colaboradores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (España) y presentado durante la primera jornada del Congreso Americano de Cardiología ACC 2025, fue analizar el beneficio clínico del tratamiento con dapagliflozina (iSGLT-2) en pacientes sometidos a un TAVI.
Con este propósito, se llevó a cabo el estudio DAPA-TAVI, un estudio multicéntrico aleatorizado y controlado que incluyó pacientes con estenosis aórtica sometidos a un TAVI, quienes fueron asignados aleatoriamente en una relación 1:1 al tratamiento con dapagliflozina (10 mg/día) o al estándar de tratamiento farmacológico. Todos los pacientes incluidos presentaban antecedentes de IC, además de al menos uno de los siguientes criterios: insuficiencia renal, diabetes mellitus o deterioro de la función sistólica ventricular izquierda (FEVI ≤40%). El objetivo primario fue la ocurrencia de muerte por cualquier causa o descompensación de IC, definida como una consulta en el servicio de emergencias o una hospitalización no planificada, con un período de seguimiento de un año tras el TAVI.
Para el análisis final, se incluyeron 1.222 pacientes. La edad promedio de la población muestral fue de 82 años, con un 50% de mujeres. En relación con el objetivo primario, se observó una incidencia del 15,0% en el grupo tratado con dapagliflozina, en comparación con un 20,1% en el grupo bajo el estándar de tratamiento, con una diferencia estadísticamente significativa entre ambos (HR 0,72 [IC95% 0,55-0,95]; p=0,02).
La reducción del objetivo primario compuesto fue atribuida a una disminución estadísticamente significativa en los episodios de descompensación de IC (9,4% vs. 14,4%; HR 0,63 [IC95% 0,45-0,88]), sin diferencias significativas en la mortalidad por cualquier causa entre ambos grupos (7,8% vs. 8,9%; HR 0,87 [IC95% 0,59-1,28]). Además, en términos de eventos adversos relacionados con el tratamiento, los pacientes del grupo dapagliflozina presentaron una mayor incidencia de infecciones genitales e hipotensión en comparación con el estándar de tratamiento.
Conclusiones
En pacientes con estenosis aórtica severa y antecedentes de insuficiencia cardíaca sometidos a un TAVI, el tratamiento con dapagliflozina se asoció con un beneficio clínico en el seguimiento, en comparación con el estándar de tratamiento, principalmente debido a la reducción de los episodios de descompensación de insuficiencia cardíaca.
Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI
Título original: Dapagliflozin in Patients Undergoing Transcatheter Aortic-Valve Implantation
Cita: S. Raposeiras-Roubin, et al. NEJM 2025. DOI:10.1056/NEJMoa2500366