Introducción: a pesar de mejoras en las complicaciones peri procedimentales en TAVI, la necesidad de marcapasos permanentes sigue siendo frecuente, especialmente en pacientes con válvulas autoexpandibles. Los trastornos de conducción preexistentes, el tipo de válvula y profundidad del implante son factores de riesgo. La técnica “cusp overlap” busca disminuir la profundidad del implante y reducir las tasas de marcapasos. El objetivo de este estudio es determinar el impacto de esta técnica en la tasa de implante de marcapasos permanente.

Materiales y métodos:

Estudio retrospectivo que incluyó pacientes TAVI por vía transfemoral usando la válvula autoexpandible CoreValve, Evolut o PRO/PRO+. El estudio comparó dos cohortes: una previa a septiembre de 2020 utilizando la técnica coplanar tradicional y otra después de esa fecha utilizando la técnica de cusp overlap. El punto final primario fue la necesidad de marcapasos o desfibrilador después de TAVI. Se examinó la existencia de una curva de aprendizaje para la técnica de cusp overlap.

Resultados: se incluyeron 528 pacientes para el análisis, 270 en el grupo Coplanar y 258 en el grupo cusp overlap. Los pacientes tenían una edad promedio de 79.5 años, y el 48.9% fueron hombres, con un STS promedio del 4.0%. De los 528 pacientes, 270 se sometieron al procedimiento con la técnica de implante coplanar y 258 con la técnica de cusp overlap. La cohorte con cusp overlap tuvo una edad promedio mayor, mayor prevalencia de sexo masculino y un STS menor con respecto a la cohorte con implante coplanar.

Aunque hubo algunas diferencias en las características basales entre los dos grupos, no se encontraron diferencias significativas en los puntos finales primarios de interés, como la necesidad de PPM o CDI después del procedimiento (17.0% vs. 16.7%; p = 0.910). La mortalidad por todas las causas en el hospital (0.0% vs. 0.4%; p = 0.328), el accidente cerebrovascular (3.7% vs. 1.6%; p = 0.124), las complicaciones vasculares mayores (0.7% vs. 1.2%; p = 0.617), la ruptura aguda del anillo aórtico (0.4% vs. 0.0%; p = 0.328), el infarto de miocardio (0.4% vs. 0.0%; p = 0.328), la fibrilación auricular de inicio reciente (1.1% vs. 0.8%; p = 0.690) y la lesión renal aguda (0.0% vs. 0.0%) no mostraron diferencias entre las cohortes de implantación coplanar y cusp overlap. Además, no se observó una curva de aprendizaje significativa con la técnica de cusp overlap durante el período de estudio.

Conclusiones:

En este estudio observacional, la técnica de cusp overlap no redujo las tasas de marcapasos permanentes en comparación con la técnica coplanar. Otros factores de confusión deben ser explorados para minimizar aún más las tasas de marcapasos permanentes en TAVI contemporáneo.

Dr. Juan Guido Chiabrando
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: The impact of cusp overlap on permanent pacemaker requirement following self-expanding transcatheter aortic valve replacement
Medranda GA, et al. Cardiovasc Revasc Med. 2024;59:9-13. doi:10.1016/j.carrev.2023.07.018