El “recoil” o retroceso crónico del stent, definido como una reducción significativa del volumen o del área del stent en ausencia o presencia de fractura o deformación, ha sido históricamente infrecuente con los stents metálicos convencionales y en los stents farmacológicos (DES) de primera generación. Sin embargo, su incidencia e impacto clínico en los DES de segunda o más reciente generación no ha sido suficientemente estudiado. El presente estudio, dirigido por Yoichiro Sugizaki y colaboradores, fue investigar la frecuencia del retroceso crónico del stent y su relación con la revascularización de la lesión diana (TLR) mediante tomografía de coherencia óptica (OCT) seriada, tras la implantación de stents farmacológicos de segunda o más reciente generación.

Se trata de un estudio observacional, retrospectivo, analítico y multicéntrico en el que se incluyeron pacientes sometidos a intervención coronaria percutánea (ICP) que recibieron stents farmacológicos de segunda o más reciente generación. Los pacientes incluidos para el análisis contaban con OCT basal al momento de la ICP y OCT de seguimiento, ya fuera por indicación clínica ante una revascularización de la lesión diana (TLR) o por control estructurado luego de un seguimiento mínimo de 6 meses.

El criterio de valoración principal fue evaluar la incidencia del retroceso crónico del stent, definido como: 1) una reducción del volumen del stent >10 % en un segmento de 10 mm centrado en el sitio de mayor retroceso, sin fractura ni deformación; o 2) una reducción >10 % del área transversal del stent en presencia de fractura o deformación.

Se incluyeron 265 lesiones en total (163 requirieron TLR y 102 no requirieron TLR). La mediana de seguimiento de los pacientes fue de 16.1 meses (Q1-Q3: 10.1-29.4). Se identificó retroceso crónico del stent en el 21.5 % (35/163) de las lesiones que requirieron TLR y en el 7.8 % (8/102) de las lesiones que no lo requirieron. Tras un análisis mixto multivariable, los factores asociados con mayor retroceso crónico del stent fueron un mayor arco de calcio máximo (por cada 90°, OR: 1.64; IC 95 %: 1.17-2.29), una mayor expansión inicial del stent (por cada 10 %, OR: 1.41; IC 95 %: 1.19-1.83) y un mayor índice de excentricidad del stent (por cada 0.1, OR: 0.61; IC 95 %: 0.39-0.92).

Los factores asociados con mayor necesidad de TLR fueron un mayor retroceso crónico del stent (por cada 1 mm², OR: 3.86; IC 95 %: 1.57-9.48), un mayor crecimiento tisular intrastent (por cada 1 mm², OR: 4.26; IC 95 %: 2.83-6.41) y un área mínima basal del stent menor (por cada 1 mm², OR: 0.38; IC 95 %: 0.28-0.51).

 

CONCLUSIONES:

El retroceso crónico del stent en lesiones tratadas con DES de segunda o más reciente generación ocurrió en 1 de cada 5 casos que requirieron revascularización de la lesión diana (TLR). Factores como la infraexpansión del stent en el procedimiento inicial y la proliferación tisular intrastent durante el seguimiento fueron factores asociados con la necesidad de TLR.

 

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

 

TÍTULO ORIGINAL: Factors Associated With Chronic Stent Recoil and its Impact on Revascularization: A Serial Optical Coherence Tomography Study.

CITA: Sugizaki et al. J Am Coll Cardiol Intv. Apr 23, 2025.

REFERENCIA: DOI: 10.1016/j.jcin.2025.01.432