La enfermedad arterial periférica (EAP) es la tercera causa principal de morbilidad vascular aterosclerótica, tras la enfermedad coronaria y el accidente cerebrovascular. Las formas severas de EAP pueden llevar a un alto riesgo de amputación de extremidades inferiores y muerte. La revascularización de las extremidades inferiores, mediante técnicas endovasculares, cirugía abierta o procedimientos híbridos, busca mejorar el flujo sanguíneo y prevenir la pérdida de extremidades y prolongar la supervivencia. Sin embargo, muchos pacientes aún enfrentan amputaciones mayores y un alto riesgo de muerte tras la revascularización. Un informe del Reino Unido en 2022 reveló que más del 8% de los pacientes se sometieron a amputaciones mayores dentro de los 30 días posteriores a una revascularización no electiva en 2021. Este estudio, realizado por Qiuju Li y colaboradores, tuvo como objetivo describir las trayectorias de enfermedad después de la revascularización en pacientes con EAP y examinar los patrones de amputación mayor y mortalidad.
Se trata de un estudio retrospectivo en el que se incluyeron 96.690 pacientes sometidos a revascularización de extremidades inferiores con EAP entre el 1 de abril de 2013 y el 31 de marzo de 2020 en hospitales del Servicio Nacional de Salud (NHS) en Inglaterra.
El estudio midió la ocurrencia de dos eventos durante el seguimiento: amputación mayor y muerte.
Del total de pacientes, la mayoría eran hombres (65.6%) y la edad mediana era de 72 años (rango intercuartílico [RIC], 64–79). En general, el 39.2% de los pacientes tenían diabetes. Los pacientes sometidos a procedimientos no electivos o de urgencia comprendían un tercio de la cohorte de estudio (34.8%). El tiempo de seguimiento mediano fue de 4.9 años (RIC, 3.0–6.5). Para los pacientes no electivos, la tasa de amputación fue del 15.2% (IC del 95%, 14.4–16.0) y del 19.9% (19.0–20.8) a 1 y 5 años después de la revascularización, respectivamente. Para los pacientes electivos, la tasa de amputación correspondiente fue del 2.7% (IC del 95%, 2.4–3.1) y del 5.3% (4.9–5.8).
En general, el riesgo de amputación mayor fue mayor entre los pacientes que eran más jóvenes, tenían pérdida de tejido, diabetes, mayor fragilidad, revascularización no electiva y procedimientos más distales. La tasa de mortalidad a los 5 años después de la revascularización fue del 64.3% (IC del 95%, 63.2–65.5) para los pacientes no electivos y del 33.0% (32.0–34.1) para los pacientes electivos. Después de una amputación mayor, los pacientes tenían un mayor riesgo de mortalidad si se sometían a una amputación mayor dentro de los 6 meses posteriores a la revascularización índice.
Conclusiones:
En este estudio, más de dos tercios de las amputaciones mayores en pacientes con revascularización previa fueron después de revascularizaciones no electivas y ocurrieron principalmente dentro de los 6 meses posteriores a la revascularización índice. Aunque la mortalidad aumentó con la edad, los pacientes <60 años presentaron mayor riesgo de amputación mayor, particularmente después de una revascularización no electiva.
Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI
Título original: Illness Trajectories After Revascularization in Patients With Peripheral Artery Disease: A Unified Approach to Understanding the Risk of Major Amputation and Death
Li et al. Circulation. 2024;150:261–271