El implante percutáneo de válvula aórtica (TAVI) se ha consolidado como el enfoque terapéutico preferido para el tratamiento de la estenosis aórtica (EA) severa sintomática abarcando todo el espectro de riesgo perioperatorio. Estudios recientes reportan una discordancia entre los gradientes aórticos medidos de forma invasiva y los derivados por ecocardiografía tras el TAVI con válvulas autoexpandibles (SEV) y expandibles con balón (BEV). Según resultados de estudios previos que han abordado esta cuestión, la explicación más probable para la discrepancia significativa entre los gradientes transvalvulares derivados por ecocardiografía y los medidos de forma invasiva es la presencia de recuperación de presión en pacientes con EA. Este fenómeno se describe como un aumento de presión aguas abajo de una estenosis, debido a la reconversión de energía cinética en energía potencial. Dado que el Doppler de onda continua mide la velocidad más alta a través de una estenosis, mientras que los catéteres invasivos miden la presión recuperada a cierta distancia de la válvula aórtica, se sabe que los gradientes por Doppler son más altos que los obtenidos por catéter. Aunque este fenómeno ocurre tanto en válvulas aórticas nativas como enfermas, su magnitud puede verse amplificada tras la corrección de la EA con prótesis TAVI. En el presente estudio, van den Dorpel y colaboradores examinan el valor pronóstico de los gradientes transvalvulares invasivos y derivados por ecocardiografía antes y después del TAVI con la válvula BEV SAPIEN (Edwards Lifesciences) y la válvula SEV Evolut (Medtronic).

Se trata de un estudio retrospectivo con emparejamiento 1:1 por puntaje de propensión, en el que se incluyeron 1.227 pacientes con EA sometidos a TAVI.

El criterio de valoración principal fue la mortalidad por cualquier causa. Los desenlaces clínicos se evaluaron a los 30 días, 1 año y 2 años.

El emparejamiento resultó en 436 pares (436 SAPIEN 3 y 436 Evolut). Los gradientes medios antes y después del TAVI fueron más altos por ecocardiografía que por medición invasiva. Los gradientes invasivos posteriores al TAVI predijeron de forma independiente un mayor riesgo de mortalidad por cualquier causa a los 30 días, 1 año y 2 años, tanto como variable continua (razón de riesgo [HR] 1.07, intervalo de confianza [IC] 95%: 1.00-1.14; p=0.038; HR 1.06, IC 95%: 1.01-1.11; p=0.007; HR 1.05, IC 95%: 1.01-1.09; p=0.011, respectivamente) como usando un punto de corte de >10 mmHg (HR 1.95, IC 95%: 1.13-4.78; p=0.028; HR 1.91, IC 95%: 1.11-3.65; p=0.030; HR 1.61, IC 95%: 1.03-2.96; p=0.021, respectivamente). 

Los gradientes derivados por ecocardiografía no mostraron asociación significativa con el riesgo de mortalidad por cualquier causa a los 30 días, 1 año y 2 años (HR 1.13, IC 95%: 0.87-1.75; p=0.247; HR 1.02, IC 95%: 0.95-1.10; p=0.639; HR 0.99, IC 95%: 0.94-1.07; p=0.979, respectivamente). Los gradientes medios invasivos fueron similares entre SEV y BEV (3.0 [0.0-6.0] mmHg vs 3.0 [0.0-6.0] mmHg; p=0.166), pero los gradientes medios derivados por ecocardiografía fueron más bajos en SEV que en BEV (8.0 [6.0-11.0] mmHg vs 11.0 [8.0-14.0] mmHg; p<0.001).

 

CONCLUSIONES:

Los gradientes transvalvulares medidos de forma invasiva tras TAVI se asocian con mayor mortalidad, a diferencia de los obtenidos por ecocardiografía, cuya discrepancia se explica principalmente por el fenómeno de recuperación de presión.

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

TÍTULO ORIGINAL: Prognostic value of invasive versus echocardiography-derived aortic gradient in patients undergoing TAVI.

CITA: van den Dorpel et al. EuroIntervention. 2025;21:e411-25.

REFERENCIA: DOI: 10.4244/EIJ-D-24-00341