Objetivo. Evaluar los resultados inmediatos de la tomografía de coherencia óptica (OCT) coronaria.
Material y métodos. Entre febrero de 2019 y abril de 2024 se incluyeron 60 pacientes en forma consecutiva a los cuales se les realizó OCT.
Resultados. El promedio de edad fue de 65 años ±9,5. El 88% de las OCT fueron programadas y 12% de urgencia. El motivo de realización de la OCT más frecuente fue por lesión ostial de arteria descendente anterior (21,7%), seguido de lesión del tronco de arteria coronaria izquierda (TCI) (20%). Al 85% se les realizó angioplastia coronaria (PTCA) guiada por OCT, mientras que al 15% luego de realizada la OCT, se decidió no continuar con PTCA. La PTCA más frecuentemente realizada fue del TCI (33%). Con la utilización de la OCT pre revascularización se generó un cambio de conducta en el 47,3%. En el grupo de pacientes a los cuales se realizó OCT post-PTCA con implante de stent, se debió optimizar el procedimiento en el 59% de los casos. Esto fue por subexpansión, mala aposición y/o disección, siendo la frecuencia de estas del 45,5%, 29,5% y 25%, respectivamente. El 22,7% de los pacientes con stents implantados presentaron protrusión de tejido intrastent. No hubo complicaciones relacionadas con la utilización de OCT.
Conclusiones. La OCT resultó ser un método útil y seguro, principalmente en lesiones que comprometen el TCI, en sus segmentos medio y distal, para planificar la conducta terapéutica y evaluar el resultado de la misma, pudiendo corregir las potenciales fallas del stent.